El neurocirujano Leopoldo Luciano Luque negó haber
estado a cargo de la internación domiciliaria durante la que falleció Diego
Maradona, deslindó responsabilidades en la empresa de medicina prepaga, pidió
la realización de una nueva junta médica y aseguró que nunca se representó la
posibilidad de la muerte del “10” porque las patologías que presentaba
surgieron en la autopsia y no en los chequeos médicos que se hizo en vida.
“Lamento profundamente el deceso de Diego Armando Maradona. Era mi paciente y
mi amigo”, afirmó Luque (39) en unas de las primeras frases del descargo por
escrito de 85 páginas que presentó en la Fiscalía General de San Isidro, donde
era indagado desde este mediodía por los fiscales de la causa.
El neurocirujano considerado por los fiscales Laura Capra, Cosme Iribarren y
Patricio Ferrari como uno de los principales responsables de la muerte del
“10” por ser el supuesto médico de cabecera, manifestó que ratificaba la
declaración espontánea que había presentado por escrito en diciembre pasado.
En aquella oportunidad, el acusado sostuvo que la muerte del excapitán de la
selección argentina había sido “inesperada, imprevista, en las horas de sueño,
sin brindar ninguna posibilidad de tratamiento".
En la presentación, donde al final solicita su sobreseimiento, el neurocirujano
criticó las conclusiones a las que arribó la junta médica y pidió su repetición
con peritos “imparciales”.
“Gran parte de las afirmaciones falaces de los hechos que
los fiscales afirman tiene que ver con las incongruencias y mala interpretación
de los hechos que realizaron los peritos médicos propuestos por la fiscalía”,
dijo Luque.
“Niego categóricamente haberme representado el fatídico desenlace”, sostuvo en
el escrito al hacer referencia a la imputación en su contra por “homicidio
simple con dolo eventual”, con una pena de 8 a 25 años de cárcel.
Además, señaló que “el actuar doloso, aún eventual, iría contra la
finalidad misma de la ciencia médica”.
“Jamás me representé el resultado. Los estudios realizados en vida al paciente
no daban cuenta de que el mismo tuviese enfermedad renal crónica, enfermedad
hepática e insuficiencia cardíaca”,señaló el imputado, quien mencionó varios
chequeos realizados entre 2019 y 2020 donde nadie alertó sobre estas
patologías.
Afirmó que la junta médica advirtió esa triple patología
pero basada “en los resultados obtenidos de la autopsia, no en los resultados
realizados en vida, que es lo que los médicos podemos evaluar”.
“Continúan los fiscales afirmando que me debía representar la muerte ya que era
un resultado esperable. No lo fue para ninguno de los médicos que lo asistió,
estudió y controló, durante los últimos dos años”, sostuvo en otro párrafo del
escrito.
La internación domiciliaria
El período domiciliario para tratar su adicción al alcohol en la casa del
country San Andrés de Tigre, donde Maradona murió el 25 de noviembre pasado,
Luque mencionó que “fue aceptada y avalada por todos los presentes”, en una
reunión de la que participaron médicos, familiares y la empresa de medicina
prepaga luego de la operación del hematoma subdural en la Clínica Olivos.
Reiteró que Maradona se oponía a una internación en un instituto
neuropsiquiátrico y que fue evaluado por dos psiquiatras y, a diferencia
de lo que concluyó la junta, determinaron que “no tenía los parámetros
requeridos por la Ley de Salud Mental 26.657, para ser internado
compulsivamente”.
Luque se desligó por completo de ser el máximo responsable
médico durante aquella internación y aclaró: “Si bien la realización de la
internación domiciliaria fue una sugerencia mía y de la Dra. (Agustina)
Cosachov, yo no formaba parte de la misma, ni mucho menos, estaba a cargo de la
misma”.
“No es real que la internación domiciliaria y yo hayamos formado un ‘equipo
médico tratante’”, afirma Luque, quien dijo que durante la misma su “función
específica” solo fue “el seguimiento neuroquirúrgico del paciente”.
“Ninguno de los integrantes del equipo de internación domiciliaria reportaba a
mí, con lo cual era fácticamente imposible que yo conociera lo que hacían”,
dijo.
Luque admitió ante los fiscales ser el “médico referente” de
Maradona desde 2019, pero en varias oportunidades dejó en claro que “el cuadro
clínico” del paciente, y especialmente durante su estadía en la casa de Tigre,
estuvo a cargo “de la empresa que llevó a cabo la internación domiciliaria
(Medidom) y de la coordinadora y directora médica” de la prepaga Swiss Medical,
Nancy Forlini, quien es otra de las imputadas en el expediente.
Luego aclaró que si bien es cierto que algunas personas del entorno del
paciente lo alertaron acerca de una “supuesta hinchazón” -relacionada en la
causa a un signo del edema que provocó la muerte-, él no lo observó así los
días que lo vio en Tigre.
“Ninguna de las veces que concurrí al domicilio del paciente corroboré que se
encontrara hinchado, como así tampoco noté disnea, taquipnea, utilización de
músculos accesorios, ni él me refirió ahogamiento, falta de aire. Siempre me
refirió sentirse bien”, comentó.
La segunda imputación
Fue por “uso de documento falso”, en el que la fiscalía le atribuye a Luque
haber empleado una firma falsificada de Maradona para pedir una historia
clínica, Luque se declaró inocente y además afirmó que dicho pedido “no
causó ningún tipo de perjuicio a ninguna de las partes, por el contrario,
sirvió para que el paciente comprenda su enfermedad real y comience la
realización de un tratamiento psiquiátrico”.
Fuentes judiciales y uno de sus abogados, Julio Rivas, indicaron a Télam que,
al margen de presentar este escrito, Luque continuaba esta tarde en la fiscalía
respondiendo preguntas.
En tanto, el abogado Mario Baudry, quien representa en el expediente al hijo
menor del ex-DT de Gimnasia, presentó un escrito en el que le pidió a los
fiscales que se ordenen las detenciones de Luque, Cosachov, el psicólogo Carlos
Díaz y la médica Forlini, al considerar que entorpecieron la investigación, y
además pidió que se evalúen otras calificaciones y se profundice la pesquisa
hacia el móvil económico.